Algunos consejos para el cuidado de sus neumaticos
Los neumáticos cumplen más funciones de las que imaginamos en el mecanismo sincronizado de nuestro coche. Cuando usamos los frenos, los neumáticos colaboran para detener o aminorar la marcha
del vehículo. También participan para doblar o cambiar de dirección e incluso soportan el peso del vehículo. Asimismo, absorben moderadamente las imperfecciones del suelo por donde transitan,
como pozos, piedras, desniveles, etc.
La duración de los neumáticos en parte depende de la forma de conducción. La primera forma de cuidar nuestros neumáticos es circular a la velocidad reglamentaria evitando frenazos intensos y
reduciendo la marcha antes de entrar en curvas.
La presión de los neumáticos deberá de ser la indicada en el manual de mantenimiento de cada vehículo o la indicada por parte de los fabricantes del neumático.
Tan perjudicial es inflar de más los neumáticos como inflarlos de menos. Por tanto, hay que comprobar periódicamente la presión. Cuando hagamos esta comprobación siempre lo haremos con los
neumáticos en frío.
También sera necesario comprobar su envejecimiento o degradación a partir de posibles agrietamientos de los flancos. El caucho se endurece con el paso del tiempo y sus propiedades originales,
como la elasticidad y la adherencia, se degradan. Su deterioro puede verse acelerado por productos químicos como disolventes, combustibles, aceites,etc y sobre todo por los rayos ultravioleta.
Otra recomendación que nos ayudará a conservar nuestros neumáticos es mantener el vehículo bien alineado. Un mal alineado disminuye el rendimiento de los
neumáticos y provoca un desgaste desparejo en los mismos.
Para hacer un desgaste parejo de los neumáticos se pueden rotar cada 6 meses o 10.000 kilometros lo que ocurra primero. Esto significa colocar los traseros en la parte delantera y los
delanteros en la parte trasera, pero sin cambiarlos de extremo. Es decir, los que iban en la izquierda seguirán en la izquierda y los que iban en la derecha seguirán ahí.
